ETF o fondo cotizado – Que es y los mejores brókers para invertir online

Dado que en la actualidad hay tantos productos financieros entre los que elegir hoy vamos a centrarnos en los ETF o fondos cotizados.

En la siguiente reseña conocerás qué son y cómo invertir, así como algunos aspectos interesantes sobre esta posibilidad de inversión.

Glosario del contenido del artículo:

• Brokers regulados para invertir en ETFs
• ¿Qué son los ETF?
• ¿Cuáles son las características de los ETF?
• ¿Qué ventajas ofrecen los ETF?
• ¿Cómo hay que tributar los ETF?

Brokers regulados para inventir en ETFs o Fondos Cotizados

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¿Qué son los ETF?

ETF son las siglas de Exchange Trade Fund, y son un producto financiero que se comercializó por primera vez en Estados Unidos. Allí son bastante populares, y aunque en España son un producto más bien nuevo lo cierto es que está teniendo muy buena acogida entre inversores.

Los ETF o fondos cotizados, que es como los conocemos aquí en España, funcionan cómo una combinación entre fondo de inversión y acción.

En la práctica es un fondo de inversión y al comprar participaciones de un ETF estaremos comprando una cesta de valores, igual que haríamos con un fondo de inversión de toda la vida.

Sin embargo, la principal diferencia entre un fondo tradicional y un fondo cotizado es que éste cotiza en la Bolsa del mismo modo que lo haría una acción.

Se trata de una especie de híbrido entre fondo de inversión y acción, pues al comprarlo adquirimos una cesta de valores y ésta a su vez cotizará cómo una acción en la Bolsa de Valores.

Si estás interesado en comprar un ETF podrás hacerlo durante toda la sesión bursátil pues estos fondos cotizan todo el día mientras los mercados están abiertos, del mismo modo que las acciones cotizan durante el horario de actividad de los mercados.

Una de las principales ventajas de los ETF es que estos fondos replican a su índice de referencia. Así que podrás comprar una participación de un ETF y esto equivaldrá a comprar todas las acciones que compongan el índice de referencia del fondo cotizado.

De este modo siempre sabrás qué es lo que estás comprando, pues será una réplica exacta del índice al que hace referencia. Los ETF pueden, y de hecho suelen, distribuir dividendos.

Para obtener este valor se tienen en cuenta algunos aspectos cómo las comisiones de gestión y depósito, otros costes como las comisiones de compra-venta de las acciones por parte de la gestora del ETF para crear las participaciones, los dividendos que se pagan por las acciones y los intereses que generan los dividendos al cobrarse y colocarse en renta fija.

Los inversores pueden adquirir participaciones a un precio real que se establece por la oferta y la demanda de los mismos, aunque en principio los ETF tienen un precio teórico que se obtiene a través de todos los factores que acabamos de mencionar, cómo la cotización del índice, comisiones, los dividendos…

Por otro lado, la liquidez está garantizada por entidades que ofrecen un diferencial de compra-venta reducido.

En caso de que el precio del ETF suba por encima del valor teórico el gestor se encargará de comprar acciones de mercado, y crear participaciones que venderá al mercado para que los precios de los ETF vuelvan a equilibrarse.

Y al revés, sí el precio cae por debajo del teórico el gestor tendrá que comprar más participaciones de ETF, y descomponerlas para vender las acciones al mercado y estabilizar otra vez los precios.

Cómo decíamos, los ETF siguen una evolución según el comportamiento de su índice de referencia, así que sí el índice sube el ETF también y viceversa.

La ventaja de los ETF es que no requieren de inversión mínima, y podrás comprar tantas participaciones cómo quieras y mantenerlas el tiempo que tú quieras, pues tampoco tienen fecha de vencimiento.

¿Cuáles son las características de los ETF?

Una de las principales ventajas, cómo ya comentábamos, acerca de los ETF es que este instrumento de inversión nos permitirá operar al igual que podríamos hacerlo con una acción.

Este producto se puede comprar y se puede vender fácilmente, todas las veces que queramos durante la sesión bursátil.

No podemos clasificar los ETF cómo fondo ni como acción, por eso decimos que es cómo un híbrido que combina aspectos de ambos.

Para que lo tengas claro, un ETF es principalmente una cesta de valores que está cotizando en el mercado, el cual tendrá un valor liquidativo según sea su valor en el mercado.

Para conocer le valor real del ETF tendrás que esperar al final de la jornada, aunque podrás comprar y vender en cualquier momento a lo largo del día.

Estas son algunas de las principales características de los fondos cotizados o ETF:

• TRANSPARENCIA EN EL PRECIO. Como dijimos, siempre sabrás el precio del ETF, pues estará representando al índice de referencia, y sí sabes qué valores forman el ETF y cuál es la cotización podrás conocerlo todo con total transparencia.
• RENTABILIDAD: Un ETF podrá ofrecerte una rentabilidad tan alta cómo la tengan los elementos que compongan la cartera. Podrás conseguir mejores rendimientos porque tendrás la posibilidad de compensar aquellos malos resultados con los buenos, y siempre mantendrás un fondo cotizado equilibrado.
• OPORTUNIDAD PARA DIVERSIFICAR: Y hablando de equilibrado, por supuesto, la oportunidad de diversificar que nos ofrecen los ETF es una de sus ventajas, y es que podrás adquirir un EFT que esté formado por acciones de distintos sectores, lo que te servirá para diversificar con un único producto de inversión. Esto es muy interesante.
• MAYOR FLEXIBILIDAD: Claro, la flexibilidad es algo que nos gusta mucho y lo cierto es que podremos comprar y vender ETF durante toda la sesión bursátil, así que podremos obtener beneficios sin tener que esperar a que finalice la jornada del día.

¿Qué ventajas ofrecen los ETF?

Sí hacemos una comparativa entre los fondos tradicionales y los ETF podríamos empezar diciendo que la ventaja más significativa de éste es el pago de comisiones.

En el caso de los ETF son bastante más baratas.

Por otra parte sabemos que los ETF cotizan en el mercado igual que las acciones así que podremos saber en todo momento el precio de compra y venta, con total transparencia. Se trata de un producto que se adapta fácilmente a las tendencias del mercado.

Si bien los riesgos nunca se pueden evitar al menos tenemos las herramientas para reducirlo, y optar por ETF que estén bien diversificados puede ser una solución a este problema.

Un ETF cotiza en un mercado organizado, y se comporta como una acción que cotiza en los mercados y replica los movimientos de los valores de su índice de referencia.

Entre las razones para elegir los ETF para invertir podríamos destacar qué nos permiten poner en práctica estrategias más activas de inversión, con comisiones de gestión más bajas que en los fondos de toda la vida y con la posibilidad de disfrutar de una buena diversificación.

¿Cómo hay que tributar los ETF?

Como son similares a las acciones los ETF también tributan del mismo modo.

Hay que tener en cuenta sí las operaciones realizadas con los fondos cotizados son de menos de un año o superiores, ya que dependiendo del tiempo habrá que tributar por la base imponible general o por la del ahorro.

Las ganancias de los ETF se declararán como ganancias patrimoniales.

Los tramos impositivos serán:

• El 19% hasta 6.000€
• El 21% de 6.000€ hasta 24.000€
• El 23% para 50.000€ o más

Para calcular el tramo impositivo tendrás que sumar las plusvalías de los ETF vendidos y sumarlo a las ganancias del ahorro.